Muelles del Reformer vs Mancuernas: la diferencia que cambia tu manera de entrenar
- Victor Escriña Moyano
- 8 sept
- 2 Min. de lectura


Cuando hablamos de entrenamiento, la mayoría de las personas piensa en levantar pesas, barras o máquinas de gimnasio tradicionales. En ese contexto, la resistencia se mide en kilos: cuánto levantas, cuántas repeticiones puedes hacer, cómo progresar sumando más carga.
Sin embargo, en Pilates clásico con aparatos —y especialmente en el Reformer— la resistencia no se mide en kilos, sino en muelles. Y esa diferencia lo cambia todo.
La lógica de la mancuerna: peso fijo, carga directa
Una mancuerna de 5 kilos pesa siempre 5 kilos, tanto si la sostienes quieta como si la mueves despacio o rápido. Es una resistencia fija que recae directamente sobre músculos y articulaciones.
Esto tiene ventajas: es fácil de medir, progresar y comparar.
Pero también limitaciones: exige compensaciones, puede sobrecargar articulaciones y muchas veces se centra en trabajar músculos superficiales más que en los profundos.
La lógica del muelle: resistencia variable, movimiento inteligente
Los muelles del Reformer funcionan de otra manera. Cuanto más los estiras, más resistencia ofrecen.
Resistencia progresiva: al inicio del movimiento, la carga es ligera; al final, cuando el muelle está más tenso, el esfuerzo aumenta.
Adaptación al cuerpo: la tensión se regula combinando diferentes muelles (más fuertes o más suaves), lo que permite personalizar el nivel para cada alumno y cada ejercicio.
Trabajo global: no solo se activa el músculo principal, sino también los estabilizadores, porque el cuerpo debe controlar la alineación frente a una resistencia que cambia constantemente.
Seguridad y precisión: la esencia del método Pilates
Joseph Pilates diseñó los aparatos con la idea de mover el cuerpo de forma controlada, sin impactos y con la máxima precisión.
Mientras con una mancuerna, si pierdes la técnica, la carga cae directamente sobre tus articulaciones… en el Reformer, el sistema de muelles y guías protege el movimiento.
Esto permite entrenar con intensidad y seguridad, incluso en personas con lesiones, principiantes o deportistas que buscan prevenir sobrecargas.
Mente y cuerpo trabajando juntos
El peso tradicional invita a medir cuánto levantas. En cambio, los muelles te invitan a sentir cómo te mueves. No importa el número de muelles, sino la calidad del control que logras.
Aquí está la clave: Pilates no busca músculos grandes, sino un cuerpo fuerte, flexible y equilibrado. Los muelles son el puente perfecto entre fuerza y conciencia.
Entonces… ¿qué es más difícil?
La respuesta depende. Una mancuerna de 10 kg puede ser un reto evidente, pero un muelle bien ajustado en el Reformer puede ser igual o más desafiante. La diferencia está en el tipo de esfuerzo:
La mancuerna te exige fuerza bruta.
El muelle te exige fuerza + control + coordinación.
En palabras simples: con las pesas trabajas “cuánto”, con los muelles trabajas “cómo”.
Conclusión: la diferencia que se siente
Los muelles del Reformer no son mejores ni peores que las pesas; son un lenguaje diferente. Uno basado en números, el otro en sensaciones. Uno mide kilos, el otro mide control.
En VEMPILATES lo tenemos claro: entrenar con muelles no solo fortalece tu cuerpo, sino que te enseña a moverte mejor, a respetar tus articulaciones y a descubrir músculos que ni sabías que tenías.
Al final, el objetivo no es levantar más peso, sino moverte con más libertad, energía y conciencia. Y eso, solo los muelles lo consiguen.
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