La importancia del movimiento en verano: descanso sí, pero activo
- Victor Escriña Moyano
- 28 jul
- 2 Min. de lectura
El verano llega y con él las vacaciones, los planes improvisados, los fines de semana fuera y ese merecido descanso que todas necesitamos. Pero… ¿eso significa parar por completo? Para nada! El cuerpo agradece el descanso, claro que sí, pero aún más si lo acompañas de movimiento consciente y regular.

¿Descanso o desconexión total?
Estar de vacaciones no debería significar desconectarte de ti. Nuestro cuerpo está hecho para moverse, y si lo dejas completamente aparcado durante semanas, lo notarás: rigidez, molestias, bajón de energía, incluso cambios de humor.
No hace falta que te machaques: basta con que sigas en contacto con tu cuerpo de forma suave y constante.
¿Qué es el descanso activo?
Cuando hablamos de “descansar”, muchas personas piensan en no hacer absolutamente nada: sofá, serie, móvil y manta (en invierno) o tumbona, helado y siesta (en verano).
Y ojo, todo eso puede venir genial de vez en cuando. Pero si ese es tu único modo de descanso… tu cuerpo empieza a protestar: rigidez, molestias, cansancio acumulado, y sensación de estar más apagada que descansada.
Ahí es donde entra el descanso activo.
¿Descansar y moverse a la vez? Sí, y funciona.
El descanso activo no es entrenar fuerte, ni hacer una clase intensa. Es simplemente seguir en movimiento de forma suave y consciente, para ayudar al cuerpo a recuperarse, mantenerse ágil y no estancarse.

¿Qué cuenta como descanso activo?
Un paseo largo sin prisa, escuchando música o un podcast
Estiramientos suaves por la mañana o antes de dormir
Una clase de Pilates suave o nivel básico
Natación tranquila, yoga, bici suave, bailar en casa…
Respiración consciente, movilidad articular, ejercicios con gomas muy leves
¿Por qué es tan importante?
Activa la circulación sin generar fatiga
Reduce el estrés y mejora el estado de ánimo
Evita dolores por inactividad prolongada
Mejora la recuperación si vienes de entrenar fuerte o de jornadas muy intensas
Ayuda a que tu cuerpo se recargue sin quedarse oxidado
En VEMPILATES lo aplicamos así:

Durante vacaciones o días más tranquilos, recomendamos seguir moviéndote con nuestras clases grabadas, aunque sea una sesión cortita.
Cambia el ritmo, sí. Pero no pares del todo.
Tu cuerpo lo agradecerá y tu vuelta a la rutina será mucho más fluida y sin “sufrimiento post-verano”.
En resumen:
El descanso activo es como decirle a tu cuerpo:
“Tranquilo, no vamos a correr... pero tampoco te voy a dejar tirado.”
Y créenos: se nota
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